EL
MUNDO
27 noviembre
2018
¿Por
qué se nos va la grasa a la tripa y las 'cartucheras' a partir de los 40?
Gema García Marcos
¿Por dónde eliminamos la grasa que
perdemos al adelgazar?
Es uno de los grandes misterios de la Humanidad. Todos nos
preguntamos por qué, al engordar, los kilos no nos van a donde más los
necesitamos. Nos quejamos de que, en lugar de alojarse en nuestras mejillas
para dar a nuestro rostro una aspecto más juvenil o en nuestros pechos y
glúteos para hacerlos más rotundos, se van directamente a las zonas menos
oportunas, ignorando nuestras señales de "prohibido, ahí no te que me
quedes". Para descifrar el enigma no necesitamos a Iker Jiménez porque
tenemos a David Taylor Serrano, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y
del Deporte y entrenador personal (número de colegiado: 56.489) en Holmes Place
La Moraleja (Madrid).
1. Metabolismo: "A partir de los 30 años, nuestro sistema metabólico
se ralentiza y, si no llevamos una vida activa, el cuerpo se volverá 'reservón'
y acabará por acumular grasa, especialmente, una vez sobrepasada la barrera de
los 40".
2. Musculatura: "Al cumplir años, nuestra musculatura se debilita
(especialmente si no se tonifica de forma adecuada) y, más allá de su función
estructural como protectora de los huesos, ve mermada su importantísima
actividad endocrina: participa en el lanzamiento al torrente sanguíneo de
ciertas hormonas que repercuten en el gasto calórico. Por eso (entre otras
razones), lo que comíamos a los 20 sin engordar, llegados a los 40, nos hace
subir de peso".
3. Testosterona: "Es inevitable. A partir de los 30, comienza a
disminuir el nivel de testosterona en los hombres, lo que se traduce un
debilitamiento de la masa muscular que repercute en una acumulación de grasa
(androide o forma de manzana), especialmente, en la zona del abdomen".
4. Progesterona: "En cambio, en las mujeres, los cambios hormonales
(menstruación y menopausia) se traducen en un aumento de kilos y retención de
líquidos en glúteos y muslos (es la llamada grasa ginoide
o de forma de pera)".
¿Qué hacemos para
evitarlo?
Taylor Serrano tiene la receta: "Dedicar un mínimo de dos días a la semana
a la práctica de ejercicio físico, combinando sesiones de aeróbico y fuerza
(importantísima para mantener el tono muscular) y comer bien, dando prioridad
en nuestra dieta a pescados, verduras y proteínas de alta calidad (legumbres,
huevos, pollo, pavo, etc.)". Fácil, ¿no?